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La calabaza  (Cucúrbita) es una planta anual, vivaz, de tallos flexibles y trepadores, con una extraordinario desarrollo de su vegetación, que se desarrolla mejor en climas de 25º – 30 º, y soporta mal las heladas llegando a morir.

Tiene hojas de gran tamaño y nervaduras bien marcadas; presenta abundante pilosidad en hojas y tallo.

Sus raíces se extienden lateralmente por lo que conviene separar las plantas 1 metro entre sí, para que no compitan por los nutrientes del suelo. Prefiere los suelos fértiles, con mucha materia orgánica y profundos.

Se puede preparar semillero en bandeja de alveolos, pero también se puede sembrar directamente en tierra a razón de 3-4 semillas por golpe y un marco entre plantas de 1 m cuando la temperatura del suelo sea de 16º C,  esclareciendo cuando hayan nacido y las plantas sean de 15 cm.

Se siembra de Marzo a Mayo coincidiendo con finales de invierno o principios de primavera, estimando empezar la recolección a partir de los 4 meses de la siembra.

Esta variedad de calabaza tiene sabor dulce y  textura fina. Su piel es de color naranja tostado, y es más fina que la de otras variedades. Al igual que su piel, la pulpa de su interior es de color anaranjado.

Los frutos con forma de pera varían de tamaño entre 1 y 3 kg. de peso aproximadamente. Se recolectan cuando el fruto ha llegado a su madurez y no antes porque no estaría completamente formado.

Es muy apreciada por su aporte nutricional, rica en vitaminas A y C, beta-caroteno, minerales, fibra, ácidos grasos omega 3 y 6, y además, es baja en calorías.

Las semillas las podemos encontrar concentradas en la parte baja y más ancha del fruto.

Es un cultivo que prefiere las humedades altas, aunque hay que evitar los encharcamientos  y requiere un clima medio fructificando más cuando los días se acortan, por lo que no debería sembrarse antes de Mayo en zonas continentales.

Una de las plagas más comunes que la atacan es la araña roja en los meses de más calor, y el hongo oidio en periodos húmedos por lluvias, o en momentos de exceso de humedad por mal control de los riegos.